¿Ya tienes claro cómo cuidar tu cabello decolorado? Con el paso del tiempo, tratamientos, como la aplicación de reflejos, mechas y tintes con decoloración pueden afectar la salud de tu pelo, si estos no se han realizado correctamente. Para cuidar el cabello después de una decoloración, necesitas saber qué le ha ocurrido a tu pelo y cómo puedes contrarrestar esos efectos. En este artículo, te ponemos al día de todo lo que necesitas.
¿Qué hace la decoloración en el pelo?
La decoloración es uno de los tratamientos más agresivos que puedes hacerle a tu cabello. ¿Por qué? Porque tu pelo está formado por varias capas y la decoloración remueve las capas superficiales, donde se deposita el pigmento. El resultado es un cabello más fino. Por eso, algunos de los efectos que notan quienes se han decolorado son los siguientes:
- Está más débil y quebradizo.
- Ha perdido el brillo.
- Si te has pasado con la decoloración, el pelo se ha vuelto elástico.
- Es más difícil peinarlo.
- Se enreda mucho más.
- El pelo se cae.
Si has llegado al punto en que tu pelo ya sufre alguno de estos problemas, recuerda que hay tratamientos para reconstruir el pelo de manera natural, pero, además, necesitas empezar a cuidar tu pelo decolorado de una forma especial.
Cómo cuidar el cabello después de una decoloración
Si te has decidido a decolorar tu pelo, necesitas cuidarlo más que de costumbre. Tu nuevo look blonde conlleva una serie de sacrificios que deberás asumir para evitar que tu cabello se dañe demasiado. A continuación, te damos algunos consejos para que tu cabello decolorado no sufra demasiado.
1. Mantén la hidratación del cabello decolorado
El pelo decolorado está más seco de lo normal. Al perder esa capa superficial, ha perdido parte de su hidratación natural. Por eso, mantener la hidratación del cabello decolorado es una de las máximas de su cuidado. Para conseguirlo, utiliza mascarillas ultra hidratantes, sérums capilares para pelo castigado y tratamientos reestructurantes con un extra de hidratación.
2. Reduce la cantidad de lavados
Siguiendo la premisa de que el pelo ha perdido su hidratación natural, debes evitar lavarlo en exceso. Con cada uno de ellos, le quitas al cabello la grasa natural con la que hace que se hidrate de forma orgánica.
Si el cabello está sin decolorar, no es recomendable lavar todos los días y ¡mucho menos en cabellos decolorados! Si puedes espaciar los lavados tres o cuatro días, mejor.
3. Matiza el color con el champú
Dependiendo del tono de base de tu pelo, puede que la decoloración saque a la luz tonalidades amarillas o naranjas que no te favorecen nada. Si ese es tu caso, hazte amiga de los champús matificantes. Puedes encontrarlos en colores, como el azul o el violeta, y tienen la función de matizar el color amarillo o naranja para neutralizarlo.
4. Evita el calor
Las planchas y los secadores a altas temperaturas son el enemigo número uno de cualquier cabellera sana. Debilitan la fibra capilar de manera drástica y, en el caso del pelo decolorado, esto se intensifica aún más.
Recordemos que hablamos de un cabello que ha sido tratado químicamente y que, como resultado, es mucho más fino y quebradizo. Si a una fibra capilar debilitada le das calor, las probabilidades de que el pelo se parta o se caiga son muy altas.
5. Utiliza productos sin sulfatos
¿Te has preguntado alguna vez si deberías cambiar tu champú cuando te has decolorado? La respuesta es sí. La mayoría de fabricantes de champú incorporan en sus fórmulas algo llamado sulfatos.
Puedes encontrarlos con diferentes nombres en la lista de ingredientes de tu champú: ammonium lauryl sulfate, sodium laureth sulfate, sodium lauryl sulfate… Una pauta muy clara es la siguiente: si un ingrediente de tu champú contiene la palabra sulfate o variantes como sulfoacetate, estás utilizando un champú con sulfatos.
Estos ingredientes son detergentes que eliminan la grasa de tu cuero cabelludo y reducen la hidratación de tu pelo. Especialmente si tienes el cabello rizado y has oído hablar del método Curly, estamos seguros de que conocerás los efectos del sulfato en tu pelo. Reduce el uso de champús con este ingrediente, para que las mascarillas y agentes hidratantes que utilizas puedan tener un efecto real y duradero en tu pelo.
6. No abuses de las decoloraciones
Por último, si quieres cuidar tu cabello después de la decoloración, evita abusar de las decoloraciones. Por ejemplo: si ya te has dado mechas, no vuelvas a hacerte mechas encima. Acude a un estilista profesional que tenga respeto por la salud de tu pelo y sepa muy bien lo que hace.
En resumen, la decoloración puede darte un look blondie muy bonito, pero debes tener mucho cuidado con sus efectos nocivos para la salud del pelo. Por eso, te animamos a poner en práctica estos consejos para que sepas cómo cuidar el cabello decolorado.
Fuente: INSIGHT